El ámbar no es un mineral, es una resina orgánica fosilizada. Su nombre proviene del árabe "alcarabe" que significa "inflamable". Esta preciosa resina es la savia (la sangre) de los árboles y contiene por lo tanto la fuerza y energía de los mismos.

El ámbar que utilizamos en nuestra joyería proviene de los bosques de los árboles llamados Pinus Succinífera que habitaron en la hoy conocida como región báltica ( Norte de Alemania, Polonia, Dinamarca, parte de Rusia, Estonia, Latvia, Lituania, Ucrania y Suecia) durante la segunda era terciaria de la tierra.

De entre todos los yacimientos de ámbar que hay en el mundo, el ámbar del Báltico es el que posee mayor cantidad de ácido succínico, su ingrediente activo para el beneficio de nuestro cuerpo.

El ámbar báltico tiene entre 25 y 40 millones de años de antigüedad, y es la fuente más grande de ámbar descubierta hasta el momento.